En el Perú, más, precisamente en el Callejón de Huaylas, se puede practicar ciclismo de montaña, como en pocas zonas del país.
Es que al igual que la Cordillera Blanca, la Cordillera Negra, garantizan circuitos de ciclismo para todo tipo de deportistas, desde los aficionados y más habilidosos del deporte, hasta los turistas, que quieran pasear en bicicleta, disfrutando de los senderos preparados y del paisaje natural inconmensurable.
Eso si, hay que tener presente que se estará haciendo ejercicio en bicicleta a más de cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar, por lo que, el esfuerzo será mayor al que se haría si se estuviera a nivel del mar.
Además del ejercicio, con esta actividad se puede aprovechar para realizar ecoturismo, ya que el paisaje de lomas, charcos y cursos de agua, lodo en algunos trayectos, ascensos y descensos pronunciados, y un camino que se ensancha y se angosta en cada curva, y que se presenta con muchas piedras por delante, es muy bonito y vistoso para conocer.
Lo cierto es que en el Callejón de Huaylas, los miradores naturales para sacar las mejores fotografías panorámicas son incalculables, y los paisajes, los campos cultivados y los caminos sinuosos, son de una belleza sorprendente.
Así que ya saben todos los amantes de los deportes extremos y del turismo de aventura, el ciclismo en los recovecos del Callejón del Huaylas, es una excelente propuesta en nuestro país.
El ciclismo de montaña, campo a través (cross country – XC), es una modalidad usual del ciclismo, dependiendo de la forma de competición, podemos tener marathón, cuando se trata de realizar una etapa desde un punto hasta otro; o bien el rally, cuando la carrera, se disputa en un circuito cerrado, en éstas pruebas las bicicletas suelen llevar suspensión delantera solamente.
Es el deporte de aventura de mayor crecimiento en el Perú. Sus miles de adeptos recorren hoy en día con sus ligeras bicicletas, cuanta quebrada y camino de herradura existe a lo largo de la geografía peruana.
Casi cualquier rincón del territorio peruano, con excepción del desierto costero y la llanura amazónica, es apto para la práctica de la bicicleta de montaña. Sin embargo, en función de su dificultad y requerimientos logísticos, los circuitos pueden ser agrupados en tres grandes categorías:
(A) considerada apta para principiantes, comprende rutas de suave pendiente y terreno duro y compacto.
(B) para pedaleros con cierta experiencia, incluye circuitos sobre zonas de pendiente moderada y conllevan un nivel de riesgo para quienes los practican.
(C) reservada para los expertos, caracterizada por terrenos de gran pendiente y suelos sumamente frágiles o de consistencia blanda (conlleva un alto nivel de riesgo y, a menudo, supone alcanzar grandes altitudes).
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