miércoles, 9 de noviembre de 2011

TRAE MEDALLAS Y UNASAM NO LO AYUDA

(DAROTI).- Así no debe ser la vida, y no se logra entender, cómo las autoridades de la UNASAM se hacen los desentendidos, cuando un hijo de la casa, solicita colaboración para representar a su universidad en un evento deportivo nacional de carácter universitario.
Es la historia del estudiante de ingeniería de sistemas, Irvin Aponte Farromeque, quien se mostró desconcertado al no encontrar respaldo de sus autoridades y compañeros, para costear los gastos de su viaje, estadía y alimentación en Lima, con motivo de su participación en el campeonato nacional universitario de atletismo, cuando precisamente él llevaba la representatividad de los santiaguinos que le dieron la espalda, así no debe ser la vida...
Sin embargo, más pudo el deseo de correr, de triunfar, de ver en el podio el nombre de su querida UNASAM, que tan mal lo recompensa por esa identificación con su casa de estudios.
Irvin, que comparte plenamente los estudios con el deporte, encontró seguramente alguna mano amiga que le permitió estar presente en la XVI edición de la competancia atlética universitaria, con una indumentaria descolorida, sin la alimentación adecuada  y con sobresaltos en el viaje, se puso las zapatillas desgastadas, se armó de esa valentía que como buen deportista lleva en la sangre y corrió, si, corrió, pensando en su UNASAM, en sus compañeros...
En los cinco kilómetros y después en los diez kilómetros, imponiéndo buenos tiempos, el buen Irvin, ingresó en segundo lugar, ganado las medallas de plata, que se los dedica a las autoridades de la UNASAM, que para con sus atletas, siempre dan las espaldas.

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