(DAROTI).- No somos partidarios de culpar a los árbitros por los resultados que se dan en cualquier encuentro de fútbol, pero en esta oportunidad, tenemos que hacerlo por lo que vimos en el estadio municipal de Carhuaz, en el choque entre Deportivo Acopampa y la UNASAM.
Fue una vergüenza, y un atropello contra las reglas del arbitraje por parte de tres sujetos que se vistieron de corto para “robarle” a la luz del día, un resultado que favorecía a los universitarios y que lo defendían jugando fútbol.
El árbitro Isaac Robles Julca y sus asistentes Marco Rodríguez y especialmente Galindo Salazar, se confabularon para impedir que los santiaguinos regresaran con un buen triunfo.
El conjunto huarasino le dio vuelta al marcador por dos a uno, con goles de Fredy Solís y Víctor Melchor, que consiguió un espectacular gol de tiro libre a los 45’ de la etapa final, entonces aparecieron para ser figuras del partido, el árbitro Robles y su asistente Salazar, sancionando un penal inexistente, un penal que ni los propios jugadores de Acopampa, sabían porque lo habían cobrado, un “robo” descarado, ante la atónita mirada del público presente, que reaccionó alegre y aplaudió el grosero y malintencionado error de Robles y Salazar, que con tremendo desparpajo no se amilanaron por su incapacidad y cometían un monumental abuso contra el buen trabajo que los jugadores santiaguinos habían realizado en la cancha.
El penal se ejecutó y el marcador quedó emparejado a dos goles por lado.
Seguirá Luis Pasco León y sus amigos, que manejan la CODAR a su antojo, programando a estos ¿árbitros? Les aseguro que sí, porque el padrinazgo, la mediocridad y la incapacidad, es lo que más resalta en la conducción de la ¡famosa! CODAR, toda una vergüenza, del fútbol ancashino.
Fue una vergüenza, y un atropello contra las reglas del arbitraje por parte de tres sujetos que se vistieron de corto para “robarle” a la luz del día, un resultado que favorecía a los universitarios y que lo defendían jugando fútbol.
El árbitro Isaac Robles Julca y sus asistentes Marco Rodríguez y especialmente Galindo Salazar, se confabularon para impedir que los santiaguinos regresaran con un buen triunfo.
El conjunto huarasino le dio vuelta al marcador por dos a uno, con goles de Fredy Solís y Víctor Melchor, que consiguió un espectacular gol de tiro libre a los 45’ de la etapa final, entonces aparecieron para ser figuras del partido, el árbitro Robles y su asistente Salazar, sancionando un penal inexistente, un penal que ni los propios jugadores de Acopampa, sabían porque lo habían cobrado, un “robo” descarado, ante la atónita mirada del público presente, que reaccionó alegre y aplaudió el grosero y malintencionado error de Robles y Salazar, que con tremendo desparpajo no se amilanaron por su incapacidad y cometían un monumental abuso contra el buen trabajo que los jugadores santiaguinos habían realizado en la cancha.
El penal se ejecutó y el marcador quedó emparejado a dos goles por lado.
Seguirá Luis Pasco León y sus amigos, que manejan la CODAR a su antojo, programando a estos ¿árbitros? Les aseguro que sí, porque el padrinazgo, la mediocridad y la incapacidad, es lo que más resalta en la conducción de la ¡famosa! CODAR, toda una vergüenza, del fútbol ancashino.
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