(DAROTI).- Fue suficiente el gol que consiguió Cristian Cuadros, a los 41' de la primera etapa, para conseguir el pase a la etapa nacional y poner al Sport Rosario, a tiro de meterse a la pelea por el título nacional.
Por primera vez observamos en el gramado del estadio Rosas Pampa, a un grupo de jugadores de fútbol, que se dedicaron a moler a patadas, golpes de puño y codazos a jugadores de un cuadro huaracino, en este caso, a los rosarinos, ante la pasividad del árbitro cajamarquino Helder Ochoa Castro, que se hizo de la vista gorda, con tanto juego brusco y malintencionado de parte del Racing Club de Huamachuco.
El conjunto huamachuquino llegó a ensuciar el partido desde antes que se iniciará la contienda, con un comando técnico, que alentaba a la violencia antes que a jugar fútbol y buscar un resultado que les posibilitará la ocasión de pasar a una siguiente etapa, por el contario, se dedicaron a cortar las acciones con intervenciones vedadas por el reglamento.
Con estas muestras inadecuadas en un partido de fútbol, se está matando la Copa Perú, y es motivo para que la prensa limeña, señale que la Copa Perú, no debería dar un cupo directo al fútbol profesional y otros, llegando al extremo, piden que desaparezca la Copa Perú, precisamente por las acciones violentas que ven en algunos estadios del Perú y como en esta oportunidad, por los desmanes que llevaron adelante los jugadores, comando técnico y algunos seguidores del cuadro de Huamachuco.
Fue un encuentro muy trabado, demasiado cortado, jugado más en la mitad de la cancha, sin llegadas de peligro de gol, con los rosarinos que tenían que cuidar las piernas, para evitar lesiones mayores y los de Racing, sin saber si querían un empate o un triunfo, se quedaron con su concierto de patadas.
Hasta que llegó, el minuto 41 del primer tiempo, para la recuperación del balón por parte de Jesús Peña, y ceder a Cuadros, que se abrió camino entre los zagueros y desde fuera del área penal, remató con pie izquierdo, un tiro rasante y la pelota se coló en el arco visitante, gol que a la postre, fue el de la clasificación.
Se jugaba el último minuto del partido y los huamachuqinos en su afán de encontrar la paridad, lanzaron un centro que fue rechazado por Héctor Durán, previamente, el esférico picó en el terreno y después de pegar en el estómago del jugador, rozó con su brazo, todo fuera del área y sin intención del jugador, hecho que el árbitro no pitó con buen criterio, la situación les sirvió a los visitantes, para invadir la cancha y tratar de agredir al juez del encuentro, acción que no se consumó, por la buena intervención de los miembros de la Policía Nacional del Perú, que dieron seguridad a este partido.
En Tarapoto, Unión César Vallejo, se despidió con una victoria de cinco goles a uno, sobre Deportivo Bellavista.
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