En su
reencuentro con la hinchada, los rosarinos vencieron a la Academia Cantolao por
cuatro goles a uno.
Después de un tranquilo primer tiempo sin goles, en el
camerino de Sport Rosario, seguro que la charla estuvo bien clara.
A los cinco
minutos del complemento, Carlo Uribe, mandó un centro al punto penal del área
visitante y Alan Murialdo, con golpe de cabeza cambia la dirección del balón y
Federico Nicosia, se lanza, pero, solamente para la foto.
Con el marcador a
favor, el juego se hace más coordinado entre los rosarinos y a los ocho
minutos, Rolando Arrasco, envía un centro a media altura y se produce una
pelotera en el área, para que finalmente, Erick Rossi, se convierta en delantero y con fuerte
remate, ponga el dos a cero.
Los "delfines" sienten el golpe y con
más empuje, se van en pos de aminorar la ventaja.
El gol de la visita llega,
después de un centro largo, que llega a complicar al debutante Junior Barbieri,
que no logra desviar el balón, quedando a disposición de Diego Ramírez,
para anotar el descuento.
Sport Rosario, vuelve a tomar el control del partido
y consigue un tiro de esquina, que lo hace efectivo Raúl Tito y su lanzamiento
es aprovechado por Murialdo, qué con buen cabezazo, infla las redes de la
academia.
Los rosarinos, querían más y a los 43 minutos, Arrasco que pone en
movimiento a Ronaldo Andía y pisando el cajón grande, saca el centro hacia
atrás, que no es despejado por el zaguero Guilermo Bernal y el goleador
Murialdo, no pierde el tiempo ni la ocasión, para meter un latigazo y poner su
tercer gol personal.
Una buena e importante victoria del comando técnico y los
jugadores, que ojalá los dirigentes no lo malogren, perdiendo los puntos en la
mesa, por la falta de pago a los rosarinos.
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