El buen resultado de dos a uno,
conseguido en el Rosas Pampa, será la base para jugar de visita con mucha
inteligencia y corazón caliente.
Los cusqueños no son del otro mundo, se trata
de un equipo normal, que tendrá que hacer su trabajo para dar vuelta al
marcador y los ancashinos con buen planteamiento y sin dejar pasar las
ocasiones que se les presentará, están en la capacidad de hacerle mucho daño a
Garcilaso.
Esta llave está abierta, la calidad de locales no asegura victorias,
es bueno el aliento de la gente, pero, todo se resuelve en la cancha y los
jugadores auriverdes, demostraron que son capaces de volver con el pase bajo el
brazo.
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