¿Qué sensación le genera la posibilidad de ya no ser el técnico
del Sport Rosario?
Estoy más tranquilo, son cosas que suceden en esta profesión, pero, todo
bien. Lo tomo como un aprendizaje de la vida y no puedo ocultar que me incomodó
bastante la decisión de renunciar.
¿En qué momento decidió renunciar?
Lo que pasó es que estábamos en la expectativa de lo que sucedería con
el equipo. Uno se va informando de lo que sucede, porque los jugadores tienen
conexión con Agremiados y yo con la Federación Peruana de Fútbol. Esta
incertidumbre generó que tomáramos la decisión de dejar el club, porque a pesar
de no ser oficial es muy difícil que Sport Rosario pueda cumplir con la deuda
en el tan poco tiempo que se le solicita. La intención del equipo era pagarla,
pero en dos o tres años. Estábamos armando un lindo equipo.
¿Los directivos del club le comentaron que había la posibilidad de no
jugar la Liga 2?
Ellos me llamaron en enero, nos pusimos a conversar y la idea era
obtener el ascenso. Sin embargo, yo les decía que primero era solucionar la
deuda del año pasado. Por eso tenían planeado una estrategia para cancelar el
pago, pero, lamentablemente no pudieron. Tomé el equipo, porque observé que
tenían las mejores intenciones y además la Liga 2 está muy llamativa al tener
el Torneo Bicentenario.
¿Llegó a pedir refuerzos?
Sí, pero el plantel lo armamos conjuntamente con la directiva. Había
chicos que se estaban probando y otros que estuvieron jugando en la Reserva. El
85 % del equipo eran jugadores que yo conocía y les ofrecí trabajar conmigo.
¿Qué pasó con el español Bidari García?
Cuando llegamos a Huaraz, concentramos diez días seguidos en el hotel y
después cada uno tenía que hacerse cargo de su vivienda y por lo que tengo
entendido él continuó quedándose por decisión propia, no porque el club le
tenía que pagar.
¿Cómo llegó al Sport Rosario?
Lo venía siguiendo, porque jugó en el Nacional de Potosí, tuve
comunicación con él y lo analicé. Es un futbolista con un buen juego aéreo, con
mucho liderazgo y ha tenido experiencia en varias ligas del mundo. Sabía que se
iba adaptar rápido en el equipo, pero, lamentablemente no se dio, porque el
club no jugará en la Liga 2.
¿Qué es lo que viene ahora?
Me toca esperar y ver opciones. Hoy por hoy, no hay una oferta concreta,
pero, sí hay conversaciones en otros países. En Bolivia conversé con los
dirigentes del Guabirá, donde juega Maximiliano Velasco, y veremos qué puede
pasar. Y en Centroamérica hay sondeos en Costa Rica y Guatemala. De todas
maneras, me gustaría continuar en Perú, porque es un fútbol, que ya
conozco.(Walter Cuba Huapaya)
No hay comentarios:
Publicar un comentario