(DAROTI).- A qué juega este Sport
Rosario, cada día se les entiende menos.
Tal parece, que los jugadores han perdido el
rumbo y están buscando los rastros del año pasado. Contra San Martín, volvieron
a cometer los mismos errores.
Lo que hacen los jugadores en la cancha, es
producto de los entrenamientos de la semana o ¿no?.
El técnico Pablo Abraham,
manda a jugar con pases largos a los costados para que lleguen Raúl
Tito, Carlos Olascuaga o quien estuviere por ahí.
En la mitad de la cancha,
Paulo Goyoneche, tapa los huecos y apaga pequeños incendios, por su parte
Carlos Uribe, trata de ser el eje del equipo, pero, con pases imprecisos.
En
el fondo, sufren en demasía los cuatro zagueros, especialmente los marcadores,
que hasta el momento, no hacen olvidar a Jesús Rabanal y Johan Madrid.
Ante San
Martín, con once jugadores, perdíamos por uno a cero y cuando nos quedamos con
nueve nos golearon por cuatro a cero, una verdadera verguenza.
Claro, que
pudieron ser más, algunas veces Salomón Libman y otras por la mala puntería de
los albos, el asunto no fue escandaloso.
Las expulsiones de José Canova y
Carlos Beltrán, se harán sentir, más aún, cuando por los laterales Ronaldo
Andía, Joaquín Aguirre y Farid Jasaui, no son la solución.
En el medio campo,
con la llegada de "canchita" Gonzáles, no se ve nada nuevo y
arriba, nuestro goleador pelea solo y no tiene muchos argumentos técnicos para
solucionar las oportunidades.
Ahora, la pregunta, es cuestión de técnico o de
jugadores, momento de tomar drásticas decisiones y poner las cosas en su lugar
exacto.
Insisto, los dueños de Sport Rosario, Rori y Víctor Mautino, junto al
gerente deportivo Emanuel Espinoza, ya deben tomar al toro por las astas, antes
que éste los embista y terminen en cuidados intensivos.
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