(DAROTI).- El asunto es simple, faltan jugadores de jerarquía, para que Sport Ancash, alce vuelo y pueda volver a ser la amenaza verde, es decir, un equipo, que meta miedo a sus rivales, especialmente cuando juegue en su casa.
Los ancashinos venían de caer horrorosamente por seis a uno ante los carlistas, entonces los hinchas, empezaron a dudar de la capacidad de sus jugadores, días previos, se sentía un ambiente de desconfianza sobre el rendimiento de los auriverdes.
A la hora de la verdad, los miedos resultaron tener asidero y nos topamos con un grupo de jugadores en formación como equipo, además con poca capacidad, para encarar a los cusqueños, que nos metieron un tremendo baile.
Con la reciente llegada del técnico Alejandro Guerrero Narváez, no se podía esperar mucho, el tema, también pasa, porque, se requiere de jugadores con calidad y prestancia dentro de la cancha.
Los de Alfredo Salinas, ganaron bien, jugaron mejor, tienen jugadores que conocen su trabajo, y se notó que tenían mayor tiempo juntos.
El primer gol de la visita, se produjo sobre los 42 del primer tiempo, luego de un tiro libre, y la pelota que es cabeceada por Junior Ponce, y desviada en su trayectoria, por el zaguero Emilio Gutiérrez.
En la segunda mitad, Einer Vásquez, de bajo rendimiento, perdió una pelota en salida y cuando el cronómetro marcaba catorce minutos, ante una defensa desubicada, Romario Sencia, puso el dos a cero, después los cusqueños, se dedicaron a controlar el balón.
La lluvia, se encargó de refrescar en algo a los jugadores locales y sobre los cuarenta minutos, el colombiano Andrés Riascos, se encontró con un centro en el área y decretó el descuento, ante el descontento de la gente, que no acudió al estadio, como seguramente pensaban los dirigentes.
La situación ancashina, es seria y preocupante, la falta de economía para solventar sin sobresaltos la presente campaña, está en rojo y así, será muy complicado, cumplir una buena temporada.
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