La historia se respeta y el conjunto verde y dorado, tiene un
rico pasado y esa camiseta pesa.
Ya lo habíamos adelantado en la etapa
distrital y hoy en la provincial, muy a pesar de la llegada de los refuerzos,
el equipo no responde a las expectativas que se generan en torno a él.
No se
entiende, cómo, equipos que apenas entrenan una vez por semana, pueden llegar
al Rosas Pampa y ponerlos en tremendos aprietos al punto de hacer peligrar un
avance a paso firme hacia el sueño que tiene todo hincha ancashino.
Son los
jugadores o el comando técnico, de una buena vez, definan y solucionen el tema,
porque así como juegan, no alcanza para nada.
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